Otros casos más recientes incluyen a trabajadores de morgues que abusaron sexualmente de cadáveres. Por ejemplo, Kenneth Douglas, un médico forense en Estados Unidos, confesó haber tenido relaciones sexuales con al menos cien cadáveres durante casi una década, muchas veces bajo la influencia de alcohol y drogas. Fue declarado culpable de abuso flagrante y enfrentó demandas de las familias afectadas. En Reino Unido, David Fuller, un trabajador de morgue, violó al menos 99 cadáveres de niñas y mujeres durante más de doce años, dejando un diario con detalles de sus actos.